Adquisición de negocio. Asset Deal vs Share Deal

Realizar una operación de adquisición es un procedimiento largo y complejo, por lo que es importante una buena planificación previa, con un profundo análisis del objeto de la misma, así como también características y posibles contingencias.

En las operaciones dirigidas a adquirir un negocio concreto, una de las primeras decisiones a adoptar debe ser si se realiza la adquisición de la sociedad propietaria del negocio que interesa, o bien se opta por la adquisición directa del negocio.

La adquisición de la sociedad propietaria del negocio, también conocida como share deal (“negocio sobre acciones”), consiste en la adquisición de los títulos de propiedad de la sociedad (acciones o participaciones sociales) a los socios de la misma, y con ello obtener, de forma indirecta, la propiedad del negocio.

Por otra parte, en la adquisición directa del negocio, o asset deal (“negocio sobre activo”), se lleva a cabo la adquisición directa del negocio que interesa al comprador mediante la compra del mismo a la sociedad propietaria, de forma que la transmisión se realiza únicamente sobre los activos que integran el negocio, que pasa a ser directamente controlado por el adquirente, sin que la sociedad propietaria del negocio cambie de titular.

El quid de la cuestión es por qué camino optar, si bien, obviamente, esa decisión debe adoptarse en función de las características concretas de cada caso, teniendo en cuenta los condicionantes de tipo legal y, sobre todo, de tipo fiscal que lleva aparejada cada opción.

El principal condicionante de tipo legal se refiere a la responsabilidad: un share deal causa que, con la adquisición de la sociedad, el comprador adquiera también los pasivos de tipo laboral y fiscal existentes, mientras que en el asset deal dependerá si nos encontramos en un supuesto de adquisición de rama de actividad y consecuente sucesión empresarial. Este particular, sobretodo en el ámbito fiscal, no tiene porqué ser un inconveniente para cerrar la operación, si bien es un extremo importante que debe estar muy presente en la toma de decisión final sobre la forma de ejecutar la operación de adquisición.

Por otra parte, el principal condicionante de tipo fiscal se refiere a la tributación de la operación, que es muy diferente en función de si se realiza mediante un share deal, o bien un asset deal. En efecto, un share deal, en principio, está exento de tributación, mientras que un asset deal está sujeto a varios tributos. A primera vista, parece lógico optar por un share deal. No obstante, se puede dar la situación de que sea más eficiente y preferible acometer un asset deal, tal vez desde el punto de vista financiero y de negocio.

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