De entre las numerosas distinciones por las que se caracteriza Singapur como ciudad de negocios, podemos destacar su posicionamiento como la primera economía más competitiva del mundo – de acuerdo con el IMD World Competitiveness Ranking (2020) -. Asimismo, se sitúa como la segunda ciudad del mundo dónde es más fácil iniciar un negocio – de acuerdo con el The World Bank’s Doing Business Report (2020) – y como la segunda ciudad del mundo en protección de la propiedad intelectual – de acuerdo con el Global Competitiveness Report (2019) -.

Dada la ubicación estratégica de Singapur y a que su principal fuente de comercio son las exportaciones e importaciones, no es de extrañar que la ciudad cuente con el puerto marítimo más importante del mundo, siendo éste el que maneja un mayor volumen de carga anual, tanto en tonelaje como en número de contenedores.  

Singapur se ha convertido en una plaza financiera estable y especialmente atractiva para inversores extranjeros que optan por iniciar negocios en Singapur por sus favorables políticas fiscales, la facilidad para constituir una empresa, la seguridad jurídica que ofrece, entre otros factores. 

En cuanto a su política fiscal favorable, pueden clasificarse en tres grandes grupos: (i) el Impuesto de Sociedades (IS); (ii) el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas; y (iii) el Impuesto de Bienes y servicios (equivalente al IVA en España).

El Impuesto de Sociedades (IS), como pilar fundamental de cualquier empresa, tributa a un tipo máximo general del 17%. Sin embargo, el IS tributa como un impuesto progresivo que oscila desde un 6,37% a facturación anual a partir de los 300.000 SGD hasta un 16,78% en facturación anual superior a los 8.000.000 SGD.

Como parte de políticas gubernamentales para fomentar las inversiones tecnológicas e industriales, e n la tributación del IS se ofrecen mayores incentivos fiscales a empresas Start-up, tal y como puede observarse en el cuadro-resumen.

El tipo general de tributación del IS ya resulta un incentivo en sí mismo al ser sustancialmente menor que en el resto de las economías globalizadas. Sin embargo, existe también un régimen de exenciones sobre los 

Primeros 200.000 SGD de facturación anual.

En este sentido, para las sociedades que se acogen al régimen general, estarán exentas de tributar el 75% de los primeros 10.000 SGD facturados, y el 50% de los siguientes 190.000 SGD, resultando en un importe total de exención de 102.500 SGD.

Para las empresas que puedan acogerse al régimen especial de Start-up, estarán exentas de tributar el 75% de los primeros 100.000 SGD, y el 50% de los siguientes 100.000 SGD, resultando en un importe total de exención de 125.000 SGD.

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es igualmente favorable, ya que a un residente fiscal de Singapur se le aplicará un IRPF progresivo del 0% al 22%. En el cuadro a continuación puede observarse la progresión del tipo del IRPF.

Los individuos no residentes en Singapur, en cambio, tributan a un tipo fijo del 15% sobre sus ingresos brutos.

En lo que al IVA se refiere, existe un tipo único del 7%, aunque se prevé que aumente a un 8% en 2023 y a un 9% en 2024. La principal peculiaridad de la tributación del IVA en Singapur es precisamente que sólo serán obligados tributarios aquellas sociedades cuya facturación anual sea superior al 1.000.000 SGD en los últimos 12 meses.

Asimismo, están exentos de tributación todos los servicios financieros -incluida la compraventa de metales preciosos como el oro-, la venta o arrendamiento de inmuebles, los bienes sujetos a exportaciones e importaciones, y los bienes en tránsito por zonas francas. 

Todos los beneficios fiscales mencionados, se complementan con la inexistencia del impuesto de plusvalía y la inexistencia del impuesto de sucesiones.