Ayer, 30 de marzo de 2022, la UE presentó un paquete de propuestas del Pacto Verde Europeo para “hacer de los productos sostenibles la norma en la UE.” Según el comunicado expedido, el objetivo de las nuevas normas y propuestas es que casi todos los bienes físicos comercializados en la UE sean más respetuosos con el medio ambiente, adaptados a la economía circular y eficientes desde el punto de vista energético en todo su ciclo de vida, desde la fase de diseño hasta su uso cotidiano, reconversión y eliminación.
Con el objetivo de velar y promover la utilización de productos sostenibles en el mercado europeo, la UE ha presentado iniciativas sectoriales específicas. Para la Comisión el sector textil uno de los prioritarios en tanto que, según sostiene, “el consumo europeo de productos textiles ejerce el cuarto mayor impacto en el medio ambiente y el cambio climático, después de la alimentación, la vivienda y los transportes”
La nueva Estrategia de la UE sobre los Productos Textiles Sostenibles y Circulares está focalizada en hacer que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables y eficientes en el uso de la energía y los recursos a fin de luchar contra la moda rápida (fast fashion), la basura textil y la destrucción de los productos textiles no vendidos, y velar por que su producción se lleve a cabo respetando plenamente los derechos laborales.
La Estrategia en el ámbito textil establece objetivos y medidas concretas para velar que de aquí a 2030 los productos textiles comercializados en Europa cumplan estos requisitos.
Entre las medidas concretas figuran requisitos de diseño ecológico para los productos textiles, etiquetas más claras, un pasaporte digital de productos y un régimen ampliado obligatorio de la UE de responsabilidad de los productores. También se prevén medidas para luchar contra la liberación involuntaria de microplásticos de los productos textiles, garantizar la exactitud de las afirmaciones ecológicas y fomentar los modelos de negocio circulares, incluidos los servicios de reutilización y reparación.
Para combatir la moda rápida, la Estrategia también pide a las empresas que reduzcan el número de colecciones al año, asuman su responsabilidad y actúen para minimizar su huella de carbono y medioambiental, y a los Estados miembros que adopten medidas fiscales que favorezcan al sector de la reutilización y la reparación.
La Estrategia también tiene por objeto prestar apoyo financiero al ecosistema del sector textil y acompañarlo a lo largo de su proceso transformador, a través de la herramienta denominada “ruta de transición para el ecosistema textil”. Según refiere la Comisión, se trata de una herramienta de colaboración esencial para ayudar a este sector a recuperarse de los efectos negativos de la pandemia de COVID-19, que ha afectado a las empresas en su funcionamiento cotidiano durante los dos últimos años. También reforzará sus capacidades para aguantar tanto una feroz competencia mundial como futuras crisis para su supervivencia a largo plazo.
Habrá que ir viendo cómo se desarrolla este plan estratégico a nivel normativo.