Derechos de propiedad intelectual en China. Los problemas legales de Apple y cómo podría haberlos evitado

Hong Kong

 

China es miembro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual desde 1980.  La entrada del Imperio del Centro en la Organización Mundial del Comercio en 2001 auguró un horizonte de seguridad jurídica a tal efecto, asumiendo el cumplimiento del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). Y de hecho, a nivel regulatorio, Beijing ha hecho grandes esfuerzos en este sentido en los últimos tiempos. En la práctica, sin embargo, en un país de las dimensiones de China, con una enorme economía sumergida y aún en vías de desarrollo, donde la propiedad intelectual era un concepto completamente desconocido hasta 1980, el mercado de las falsificaciones es aún demasiado pujante.

En los últimos tiempos, Apple ha experimentado ambas realidades, pero en ambos casos en su contra. Hace unas semanas, una empresa china ganó el derecho en los tribunales a vender artículos de piel (incluidas fundas para móviles) con la marca iPhone. Por otro lado, otro tribunal chino ha determinado que la multinacional copió el diseño del Iphone 6 a una marca local (100+), que le había interpuesto una demanda por plagio. Ambos fallos recuerdan al que ya en 2011 obligó a la firma de Cupertino a pagar 60 millones de dólares a una firma de Shenzhen para poder usar la marca iPad.

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¿Es posible proteger los derechos de propiedad intelectual en China? Es una batalla ardua, pero puede ganarse. La premisa fundamental es, como recuerda Álvaro de Luis, socio director de Net Craman Abogados en Asia, proteger antes de promover.

“Dado que en China se aplica el principio de “el primero que registra” (first-to-file), y que las marcas no registradas ante la Oficina de Marcas en China no gozan de protección legal en este país, es insoslayable para cualquier empresario proceder a registrar sus marcas antes de iniciar cualquier proceso de comercialización, desde el momento incluso de la participación en ferias y de entrega de muestras, y no sólo en su forma original, sino también en caracteres chinos”.

De Luis señala también que:

“Dado que normalmente no se dispone de los recursos suficientes para, como hizo Starbucks, registrar la marca en las 45 clases de la Clasificación de Niza, es necesario estudiar con minuciosidad el proceso de registro en China, a fin de seleccionar las clases y las subclases apropiadas. Es este un aspecto específico propio del sistema chino, por el cual desaconsejamos, a priori, valernos del Sistema de Madrid”.

En el caso de las patentes, es recomendable considerar un registro paralelo de las patentes de invención y las de diseño, puesto que los plazos son mucho más reducidos en las segundas y, además, suele ser complemento necesario para reforzar la seguridad de un producto cuya marca se está registrando.

Por último, señala el experto:

“Es fundamental formalizar las relaciones con las contrapartes chinas a través de los contratos adecuados: disponer de cláusulas de salida en los acuerdos de distribución, para casos en que la reputación de una marca está siendo dañada, o para regular adecuadamente los derechos de uso de una patente, ya que la cesión implica en China normalmente la facultad de desarrollar aquella”.

 

Net Craman es, desde hace años, el único despacho de abogados español con licencia oficial y presencia en Hong Kong y en el sur de China (Guangzhou). Especializado en la internacionalización de empresas en Asia (ha acompañado a más de un centenar de compañías en su proceso de expansión en China y, más recientemente, ASEAN), ofrece servicios como el asesoramiento en patentes y marcas (registro y protección, tanto administrativa como judicial), contratación mercantil, optimización fiscal, obtención de licencias para operar en China, resolución de controversias con compañías locales, etc.

Lee la noticia de El País sobre los litigios de Apple aquí

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