El Brexit y el mercado del arte en la UE

 

La pregunta que se hacen muchos artistas, galeristas y coleccionistas que utilizan Londres como centro de sus transacciones, es cómo puede afectar el Brexit al que hasta hoy había sido uno de los mercados más atractivos en el sector del arte dentro de la Unión Europea. Por un lado, a día de hoy se desconoce cómo afectará el Brexit a la libre circulación de bienes y por otro en que situación quedará la unión aduanera, aunque si Reino Unido sale de la Unión Europea deberán seguirse las reglas de la Unión Mundial del Comercio (OMC).

Está claro que Londres no va a dejar perder este gran mercado por lo que ya se está hablando que no va a existir arancel a la importación de obras de arte a Reino Unido, por el contrario, en la salida de una obra de la Unión Europea a Reino Unido deberá aplicar una tasa de exportación, lo que no ocurre hoy con la libre circulación de bienes dentro de la UE.

Por otro lado, nos debemos preguntar cómo van a afectar las futuras ventas de arte que vayan a realizarse desde Reino Unido. A priori parece que los costes por ejemplo del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) van a aumentar. Pongamos el caso que una obra llega a Londres procedente de Nueva York, en este caso deberá pagarse un IVA al 5%, más luego otro IVA por la entrada al país miembro de la Unión Europea al que se destine esa obra. Justamente ello pasará por estar Reino Unido fuera de la UE y no tratarse de un despacho a libre práctica.

En consecuencia, una salida de Reino Unido de la Unión Europea incrementará toda la burocracia aduanera, aunque por criterios de la OMC entendemos que no podrá aplicarse un arancel a las obras que provengan de Reino Unido, por la cláusula de nación más favorecida, si a otros países terceros no se les aplica a día de hoy.

En este momento la cuestión será distinguir si puede existir una oportunidad en el mercado del arte para los países miembros de la UE para atraer el mercado que a día de hoy se sitúa en Londres, principalmente. Desde mi punto de vista el mercado del arte tiene el mismo temor que el mercado financiero y lo que es evidente, la banca y las grandes aseguradoras se han posicionado fuera de Reino Unido para no perder el mercado de la UE, trasladando sedes y filiales dentro de la UE. Se ha hablado de
Luxemburgo y Frankfurt, por ejemplo, como polos dentro de la UE que atraen este mercado financiero. Veremos si ocurre esta misma fuga con el mercado del arte.

Es cierto que galerías y coleccionistas están inquietos por el desconocimiento de lo que puede venir con el Brexit, por lo que a corto plazo existe un interés en anticipar transacciones y algunos artistas programan su salida para evitar mayores costes de los previstos por en sus exposiciones en Londres. Aunque entiendo que el análisis debe hacerse a medio-largo plazo, preguntándonos si las grandes galerías instaladas en Londres seguirán ahí o preferirán moverse a territorios más seguros donde sus
potenciales compradores y vendedores mueven el mercado.

Quizás París puede ser la ciudad candidata que atraiga importantes galerías que salgan de Londres, teniendo en cuenta el puerto franco de Luxemburgo que compite con Ginebra y que está a escasos kilómetros, lo que puede hacerlo crecer como centro del arte en Europa y crearse un eje franco-luxemburgués.

En mi opinión considero que no van a haber demasiados cambios en este mercado, que principalmente huye de la burocracia, el papeleo y las excesivas tributaciones. Por ello, otros países con exención de aranceles al mercado del arte, con baja tributación y donde probablemente se mueven las mayores ferias sectoriales, caso de Suiza en Europa y Hong Kong en Asia, ambas ciudades relacionadas con la feria Art Basel, podrían también atraer buena parte de la fuga de este mercado.

Aunque todo ello está por ver, la partida acaba de empezar y quien planifique mejor su estrategia puede ganar la partida. Londres tiene que mover ficha.

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